Siento mucho los retrasos, actualizaré el blog de vez en cuando, pero tened paciencia, please:



La vida de un sacerdote en Madrid es algo compleja, hacemos lo que podemos y que Dios ponga el resto. Si quieres contribuir pide a Dios que nos envíe más sacerdotes.

Un fuerte abrazo

viernes, 1 de marzo de 2013

Sede vacante

Desde ayer a las 20:00 la Iglesia Católica está en sede vacante... ¡No tenemos Papa!. Y no nos hemos muerto. Efectivamente la figura de Pedro es muy importante y el ministerio petrino es esencial a la Iglesia. dicen los Santo Padres que es la roca de la que ha sido tallada nuesta fe, es el ministerio que garantiza la Unidad de la Iglesia. Es quien nos conecta, junto con todos los obispos de la Iglesia Universal, a los Apóstoles y al mismo Cristo.

Este escudo es emblemático de la Santa Sede. El primer Papa que llevó consigo un conopeo junto a sus armas fue Alejandro VI como signo del poder temporal del Papado. En las basílicas se encuentra a uno de los lados del presbiterio un conopeo cerrado que sólo puede ser abierto cuando el Papa ha entrado en la misma. Es signo de la protección de Dios sobre la Iglesia y en esta época en la ue podemos sentirnos un poco huérfanos no viene nada mal que el escudo pontificio sea la sombra de Dios protegiendo las llaves de Pedro hasta que tengamos un nuevo Papa.

No podemos estar mucho tiempo en esta situación. Es un momento delicado para rezar por el nuevo pontífice. Esta palabra, "pontífice", significa "hacedor de puentes". El pontífice es el sacerdote, el que establece un puente entre el Creador y sus criaturas. en este caso, no puede referirse mejor al ministerio de Pedro, el que hace cabeza en nombre de Cristo. Si a alguien tenemos que obedecer como si del mismo Cristo se tratase es a nuestro obispo y con él y por encima de él al santo Padre que salga elegido en el Cónclave, auqnue sea feo, aunuqe tenga una parálisis facial, aunque no me caiga bien, pee a que no sea de mi cuerda.

¿Y si sale un Papa progre? ¿Y si es más carca que el amianto? Me da igual, el Espíritu Santo no dejará que perjudique a la Iglesia. Más daño se produce por la desobediencia. La soberbia de pensar que sabemos más que el Papa, la soberbia de juzgar a los obispos y a los cardenales...

Perdonadme, hace poco he estado hablando con una persona que no se fía en absoluto de la Iglesia porque no se fía en absoluto de Dios porque cree que nuestro pecado es más grande que la fuerza de Dios. Sinceramente, hay un protestantismo brutal en algunos sectores eclesiales. No tanto porque se dude de los sacramentos, que ése es otro cáncer dentro de la Iglesia, sino porque se duda de la acción de Dios en las mediaciones humanas. Una especie de catarismo en el que yo me pongo a juzgar a todos y a juzgar su valentía, cuando no soy capaz de defender públicamente a la Iglesia en mis ambientes.

Al final lo único que sé es que todos tenemos un deber de obediencia a la Iglesia, no sólo los sacerdotes, sino todos los bautizados. Que algunas decisiones me pueden parecer equivocadas, pero que mientras que no me manden hacer un pecado, obedeceré.

Nuestro obispo diocesano nos ha mandado que vayamos a la Javierada con la Deleju. Lo que me parece un error garrafal porque no vamos a poder rezar, ni confesar a todos, como podríamos hacer si nos dejaran desarrollar nuestro plan. Me parece un error, sí. ¿Qué voy a hacer? Obedecer, rezar y dentro de las posibilidades que me dan, haré el plan que creo mejor. Iré con la Deleju, pero en ocasiones, mientras nos dan tiempo libre, me reuniré con los míos para rezar tranquilamente y para confesarles durante el camino. Quien obedece no se equivoca, pero dentro de la obediencia quedan muchos márgenes que se pueden aprovechar. Incluirnos en el plande la Deleju, ni significa que no podamos hacer nada más.

Además, ¿y si el obispo tiene razones que yo desconozco y uniéndome a ese plan al final resulta que es una maravilla? Por eso, siempre es mejor obedecer. ¿Y si me mandan a un archivo del obsipado y no puedo tener un ministerio sacerdotal público? Pues nunca me prohibirán celebrar la Misa, aunque sea solo. Con eso, mi sacerdocio ya está justificado. Se trata de hacer lo que Dios me pida y Dios me pide las cosas muchas veces a través de hombres que pueden equivocarse. Sí, pero si obedezco, en lo que no sea pecado, quien no se equivoca soy yo.

Por eso, realmente me da igual quién sea el Papa, lo que me importa es que por encima del Papa está Dios y Dios me protege a través de la sombrilla del Papa. No me importan a quien elijan. No me hago con dossieres para ver quiénes son los papables. Lo único que me interesa es tener un Papa cuanto antes y obedecerle.

Un abrazo

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